¿Cómo debe ser un traductor jurado? ¿Qué es lo que lleva a un amante de los idiomas a querer dedicarse a esta especialidad en el mundo de la traducción. Para descubrir un poco más la faceta de los traductores jurados hemos entrevistado a uno de los nuestros, Daniel, traductor jurado de inglés y de francés. Él afirma que es traductor jurado gracias a una profesora de la especialidad de traducción jurídico-económica que tuvo en la carrera, Catherine Way. «Sus asignaturas no solo fueron y son fiel reflejo de la práctica profesional del traductor jurado y me enseñó que un traductor también es capaz de realizar buenas traducciones inversas, es decir, hacia la lengua que no es la materna. De esto ya hace casi una década».

1- ¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
Una de las cosas que más me gustan de traducir es que cada texto, certificado, documento o conferencia es una fuente de aprendizaje en que la información entra a través de distintos canales al mismo tiempo, lo que te hace adquirir conocimientos sin estar realmente estudiando y, en mi caso, trabajar sin darme cuenta de que estoy trabajando.
2- ¿Cuáles son los documentos oficiales que más se suelen traducir y por qué?
Los encargos que más a menudo me llegan son de textos académicos. La necesidad de saber idiomas, la búsqueda de oportunidades y otros cambios vitales conllevan una elevada movilidad de estudiantes y profesionales. La traducción oficial de diplomas, notas, programas de asignaturas y demás certificados son cruciales para la convalidación y reconocimiento de titulaciones y la obtención de puestos de empleo, tanto en el extranjero como en España. Junto con los textos académicos, los documentos del registro civil son los más solicitados, por razones similares.
3- ¿Por qué son necesarios hoy en día los traductores jurados?
Para todo tipo de trámites administrativos en todos los países, se requieren traducciones oficiales. Nosotros, los traductores jurados, estamos facultados para realizar traducciones oficiales en España y en todos aquellos sistemas que reconozcan la entidad de la traducción jurada española. A pesar de que existen los cuerpos de traductores del Estado, hay tanta necesidad de traducciones oficiales que la existencia de agencias y listados de profesionales independientes hace más fácil el acceso a este servicio.
4-  ¿Cuáles son las principales inquietudes de los clientes que solicitan una traducción jurada?
Los clientes suelen preguntar acerca de los atributos de la traducción jurada: el sello, el número del traductor, la firma, etc. En ocasiones, los clientes también avanzan la traducción de algunos términos o tienen una idea en mente de cómo tiene que traducirse un término. En tales casos, conviene hablarlo todo de antemano. Dado que estas traducciones tienen y, según parece, seguirán teniendo un soporte impreso (independientemente de que luego se haga una copia en PDF), hay que acordar todos los términos para evitar correcciones a posteriori. Por ejemplo, si un cliente tenía una idea clara y perfectamente válida de cómo traducir su título y el traductor ha optado por otro término perfectamente válido, una corrección post-impresión podría traer consigo gastos por copia adicional.
5- ¿Alguna anécdota o cosa curiosa que te haya pasado en todos tus años de ejercicio?
En traducción jurada, a veces llegan encargos sobre denuncias curiosas, o incluso documentación oficial de casos o procesos que son conocidos a nivel nacional. Además de esto, puedo recordar anécdotas de clientes que solicitaban que yo modificara sus notas porque su universidad se había equivocado (al parecer, era más rápido solicitar una modificación de la traducción que solicitar la modificación de las notas), o clientes que me solicitaban que pusiera mi sello en documentos a modo de compulsa.
En el primer caso, aunque debo mantener la literalidad del certificado original, lo cual es atributo rigurosamente necesario de las traducciones juradas, puedo añadir notas al pie con las indicaciones del cliente, bajo su responsabilidad. El el segundo, he de decir que yo tengo la facultad de certificar que mi traducción es fiel al documento original, pero no tengo el poder de certificar que un documento dado es fiel a la realidad.
6- ¿Cómo debe ser, a tu juicio, un traductor jurado?
Un traductor, jurado o no, debe ser una persona decidida y valiente. No obstante, también ha de ser analítico y cuestionar todo aquello que hasta ahora daba por sentado, especialmente en el caso de las traducciones juradas, donde el sello conlleva una gran responsabilidad.