Su pasión por el latín fue precisamente lo que llevó a Francisco a dedicarse al mundo de la traducción jurada. Lleva años colaborando con Iuratum y dedicado a este sector. Tiene muy claro que las traducciones de este tipo son necesarias en la sociedad y que no se pueden cometer errores.

¿Qué te llevó a ser traductor jurado? ¿Cuántos años llevas en el gremio?

Mi afición desde joven por el idioma latino y el respeto a la correcta transmisión de los textos en dicho idioma. Llevo 20 años en el gremio.

 Los traductores jurados, a diferencia de los otros traductores tienen que pasar unos exámenes oficiales para conseguir la certificación, ¿fue muy complicado pasar el examen oficial?
No me resultó complicado. Aprobé a la primera.
 ¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
Poder mostrar inteligible el contenido en una lengua desconocida para el lector
¿Cuáles son los documentos oficiales que más se suelen traducir y por qué?
Títulos universitarios; por su convalidación oficial.
 ¿De qué idioma eres traductor jurado?
Latín
¿Por qué son necesarios hoy en día los traductores jurados?
Por disposiciones legales y por garantía de la labor.
Seguro que a lo largo de tu carrera te has encontrado con muchas situaciones diferentes, ¿cuáles son las principales inquietudes de los clientes que piden una traducción jurada?
Aquilatar lo más posible la denominación del título y/o disciplinas a la normativa denominacional española.
¿Alguna anécdota o cosa curiosa que te haya pasado en todos tus años de ejercicio?
Confundir Maieutica con Pedagogía, cuando lo que denomina ese término de origen griego (y de ahí la confusión vía Sócrates-Platón) es Obstetricia.
¿Cómo debe ser, a tu juicio, un traductor jurado?
Fiel al texto. Estar al día.
¿Qué destacarías de trabajar en una agencia de traducción jurada como Iuratum?
Seriedad, eficacia y garantía de control de los textos traducidos.