Errar es de humanos y rectificar de sabios. Por aquí hemos pensado que lo mejor es ahorrarte el mal trago de tener que pedir una traducción de un documento de una forma que realmente no necesitas y que de poco te servirá para lo que realmente precisas. En el sector de la traducción es bastante común que el cliente confunda una traducción jurada con una traducción jurídica. Te damos las claves para evitar equivocaciones.
¿Cuándo necesito una traducción jurada?
La traducción jurada es un servicio que presta un traductor profesional que tiene una acreditación y autorización, en España, del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación para traducir todos aquellos documentos de carácter oficial. Como te contábamos en las dudas resueltas de la traducción jurada, los traductores jurados pueden certificar con su firma y sello la fidelidad en la exactitud de la traducción del documento de origen.
¿En qué casos puedes necesitar una traducción jurada? Pues prácticamente en todos los ámbitos de la vida. Supongamos que contraes matrimonio en el extranjero y luego al regresar a tu país necesitas presentar el certificado de matrimonio ante la Administración, necesitarás una traducción jurada del certificado de matrimonio que ha sido expedido en otro país. Lo mismo ocurre si te vas de becario a otro país e intentas acceder allí a un puesto laboral para el que te solicitan el título universitario, la traducción jurada del certificado académico es lo que tendrás que aportar. Y así hasta en infinidad de casos necesitarás una traducción jurada, como te detallamos en los servicios de Iuratum.
Al haber sido traducidos los documentos por un traductor jurado (también llamados traductores oficiales o traductores certificados, en algunos lugares), se pueden aportar sin problemas ante la Administración Pública.
Traducción jurídica, ¿para qué sirve?
De este tipo de traducciones no nos encargamos directamente en Iuratum, para estas tenemos los servicios de traducción de ámbito legal de Okodia – Grupo traductor. En este caso, el traductor será un especialista en información jurídica (leyes, derecho, contratos, etc.). Al tratarse de un traductor especializado, que puede ser también un traductor jurado o no, tendrá un amplio vocabulario sobre terminología jurídica y sobre redacción jurídica, por lo que se conseguirá una traducción exacta del documento a traducir.
Generalmente, las traducciones jurídicas se solicitan de documentos legales como pueden ser los contratos, leyes, contratos de alquiler, nóminas, etc. La especialización en el sector es la clave para una buena traducción jurídica, como en otros tantos ámbitos de la vida.