Los españoles no son los únicos que recurren a empresas de traducción jurada cuando necesitan presentar documentos oficiales en el extranjero. En otros países, ya sean pertenecientes a la Unión Europea o de fuera de ella, también es necesario solicitar los servicios de un traductor oficial para adaptar ciertos documentos al  idioma del país donde se deben presentar. Sin embargo, la traducción jurada no es lo único que se necesita para legalizar un documento oficial a ojos de una administración extranjera. Y es que es importante de cara a presentarlos y no tener problemas que estos vayan apostillados. ¡Te explicamos los motivos!

La traducción de una patente, una sentencia, o la traducción de una acta de nacimiento… en definitiva, cualquier documento público de carácter oficial debe autentificarse en el país de origen antes de ser utilizado en el extranjero. El método más tradicional para llevar esta legalización a cabo es la apostilla o legalización, que consiste en una serie de autentificaciones individuales en el país de origen del documento.

Simplificación con la Apostilla de la Haya

Para simplificar este trámite, una serie de países firmaron en 1961 el Convenio de La Haya. De esta manera se suprimía la exigencia de la legalización de los documentos públicos extranjeros. En los países que forman parte del convenio, se reduce el proceso de autentificación de manera que solo es necesario tener un certificado de autenticidad del documento oficial.

Sin embargo, para poder ser utilizada la Apostilla de La Haya, tanto el país origen del documento como el país de destino deben formar parte del Convenio de La Haya. La apostilla se coloca en documentos públicos. Los que más suelen requerir esta legalización son los certificados de nacimiento, de matrimonio, defunción o certificaciones notariales.

En caso de que el país donde fue expedido el documento público o el país donde tienes que utilizarlo no sean parte del Convenio de La Haya, deberás contactar con la embajada o el consulado del país en el que deseas utilizar el documento para conocer cómo debes proceder.

Los documentos oficiales extranjeros que se traducen para ser presentados en España y viceversa necesitan estar legalizados previamente en la embajada o consulado del país correspondiente para que cuando entregues la traducción jurada a la administración correspondiente, no te pongan problemas a la hora de aceptarla. Más vale prevenir que tener que correr después.