Casi un centenar de páginas, términos que a priori parecen indescifrables… la traducción jurada de un contrato anglosajón es un mundo aparte. Acostumbrados como estamos a firmar un contrato de dos o tres páginas como mucho, recibir un contrato anglosajón pone los pelos de punta a cualquiera, sobre todo porque no sabes por dónde empezar a leer. Pero en un mundo cada vez más global es muy frecuente requerir una traducción jurada de un contrato anglosajón, así que aprovechamos este post para contarte cómo son este tipo de documentos.

Las fórmulas rituales de los contratos

Como seguramente sabrás, todo contrato se compone de una serie de fórmulas rituales, es decir, frases hechas que sirven de guión a lo largo de todo el documento. Los contratos anglosajones no iban a ser para menos. Lo primero que hacemos en Iuratum a la hora de realizar una traducción jurada de un contrato es leer detenidamente todo el documento y después identificar cada una de sus partes. Generalmente, las fórmulas rituales se encuentran en el encabezado, en el cuerpo y en la conclusión.

Una de las características de dichas fórmulas rituales es que dan paso de una sección a otra y en los contratos anglosajones van en negrita y en mayúscula, algo que cuando se procede a la traducción jurada de otros documentos oficiales de otros países no es habitual.

A la hora de desarrollar una traducción jurada de un contrato anglosajón es habitual encontrarse fórmulas como THIS AGREEMENT is dated and made in..., en el encabezado; Now this contract witnesses and it is agreed and declared as follows… frase vacía de contenido que sirve para dar paso a otra sección del contrato; o IN WITNESS WHEREOF, the parties hereby sign this Agreement in the date and place first above written, fórmula que aparece al final del documento.

Traducción jurada de un contrato muy largo

Los contratos anglosajones son excesivamente largos. Todo esto tiene un motivo. Y es que estos documentos oficiales se rigen por los principios del ‘Contract Law’, el derecho de contratos anglosajones, que a su vez pertenece al ‘Common Law’, una de las familias del derecho más importantes que opera en Inglaterra y Estados Unidos.

La traducción jurada de un contrato anglosajón suele ser muy extensa porque el sistema ‘Common Law’ no dispone de códigos que funcionen en caso de que ocurra algo que no se haya previsto inicialmente en el contrato. De ahí que los juristas de estos países incluyan en el contrato todo tipo de situaciones que pudieran ocurrir, dado que en caso de ocurrir alguna circunstancia imprevista no podrán acudir a un código civil que les indique cómo actuar.

El inglés es la lengua del comercio internacional. Con el paso del tiempo, se ha convertido en la lengua mundial del comercio y las finanzas, por lo que para poder realizar transacciones internacionales es muy habitual recurrir a contratos para plasmar los acuerdos alcanzados entre ambas partes. En estos casos, la ayuda de un traductor jurado es vital para dar fe del contrato en otro idioma.