En ocasiones la vida laboral está repleta de trámites que se deben hacer con una Administración Pública. Para acceder a bolsas de trabajo, para solicitar becas, para tramitar algún asunto relacionado con la nacionalidad… y es en estos momentos en los que se necesita presentar los originales o una compulsa de los mismos. Pero… ¿y si también hay que solicitar la traducción jurada de alguno de esos documentos? ¿Cuándo se hace la compulsa? ¿Antes o después de la traducción? Hemos preparado este post para resolver todas tus dudas.

¿Qué significa compulsar un documento?

Cuando se compulsa un documento, quiere decir que se da validez legal a la fotocopia del documento que se ha presentado. Cuando se va a compulsar un documento, el notario lo que hace es revisar ambos documentos, tanto el original como la fotocopia, para verificar que no ha habido ninguna manipulación. En el caso de que, efectivamente, no haya ningún problema, la fotocopia se sella, se firma y se le aporta un distintivo que es el que acredita su validez.

Cuando el documento compulsado es requerido por una administración pública, lo que se hace en ese momento es aportarlo en el Registro general de dicha administración, donde la persona responsable debe encargarse de su compulsa. También se puede realizar el trámite ante el notario.

¿Sirve una traducción jurada de compulsa?

Esto es algo que muchos se preguntan, pero lo cierto es que la firma de un traductor jurado solo da fe de que la traducción es fiel al documento original que se ha aportado. Algo así como hacer una fotocopia (o una fotocopia compulsada) en otro idioma. Nada más. Así que una traducción jurada no sirve si se necesita una compulsa del documento oficial (que sería en el propio idioma).

¿Compulsar y traducir o al revés?

Supongamos que necesitas la traducción jurada de tu título universitario y su compulsa para presentarlo para una bolsa de empleo en la Administración. ¿Qué se hace primero? ¿La traducción o la compulsa? Es más lógico realizar primero la compulsa del documento, ya que, el sello que suele llevar dicha compulsa también se debe traducir, por lo que te evitarás pasos innecesarios para obtener el documento y aportarlo a la Administración.