¿Sabías que la traducción jurada en España es una profesión regulada desde hace casi 500 años? Sí, sí. Tal y como lo lees. Desde el siglo XVI, esta actividad ha sido considerada esencial para el funcionamiento del Estado, respaldada siempre por leyes que garantizan la precisión y validez de las traducciones. Pero como todo en esta vida, la normativa ha ido evolucionado, adaptándose a las necesidades de cada época, hasta llegar a la reforma impulsada por las Directivas de la Unión Europea: el Real Decreto 724/2020.

Las leyes sobre traducción jurada no solo modernizan la profesión, sino que también reflejan su importancia estratégica en un mundo cada vez más globalizado. En este artículo, exploramos cómo el Real Decreto 724/2020 ha moldeado la profesión del traductor jurado en España y cómo se ha adaptado a los estándares internacionales para garantizar un servicio de alta calidad. Así que, si eres traductor jurado, estudiante o simplemente tienes curiosidad por este fascinante ámbito, sigue leyendo para descubrir cómo esta reforma ha transformado la traducción jurada.

EL REAL DECRETO 724/2020: UN ANTES Y UN DESPUÉS EN LA TRADUCCIÓN JURADA EN ESPAÑA

La traducción jurada en España dio un gran paso hacia la modernización con la entrada en vigor del Real Decreto 724/2020. Este cambio normativo no solo actualiza las prácticas de este campo profesional, sino que también lo alinea con los estándares europeos. ¿El objetivo? Garantizar mayor seguridad, transparencia y eficiencia en un mundo cada vez más globalizado.

A continuación, te contamos cuáles son los principales cambios que se introdujeron:

PRINCIPALES CAMBIOS INTRODUCIDOS POR EL REAL DECRETO 724/2020

1. Nuevas funciones para la Oficina de Interpretación de Lenguas

La Oficina de Interpretación de Lenguas (OIL), que depende del Ministerio de Asuntos Exteriores, asume ahora un papel clave en la gestión y regulación de los traductores jurados en España. Sus nuevas funciones incluyen:

  • Seleccionar, nombrar y gestionar al nuevo «Cuerpo de Traductores e Intérpretes del Estado».
  • Regular la obtención de los títulos de «Traductor Jurado» e «Intérprete Jurado».
  • Participar en la creación del Registro de Traductores e Intérpretes Judiciales, una base de datos oficial que asegura transparencia y control en el sector
  • Ejercer como máxima «Autoridad Competente» en materia de Traducción e Interpretación.
  • Desarrollar la «Ley 2/2014, de 25 de marzo, de la Acción y del Servicio Exterior del Estado».

2. Adiós al título único: ahora hay dos

El título unificado de «Traductor e Intérprete Jurado» pasa a la historia. Ahora, existen dos titulaciones independientes: Traductor Jurado e Intérprete Jurado.

Esto no significa que los títulos antiguos pierdan su validez, pero quienes deseen obtener una acreditación deberán hacerlo por separado. Esta separación responde a las exigencias de la Unión Europea de especialización y reconocimiento profesional en el ámbito de la traducción y la interpretación.

3. Cambios en los exámenes y carnés

Los exámenes también se modernizan, ajustándose a las nuevas titulaciones. La OIL convocará pruebas diferenciadas para cada título, y los profesionales que las superen recibirán un carné acreditativo actualizado.

Por su parte, los carnés antiguos siguen siendo válidos, pero los sellos de los traductores deberán ajustarse a las nuevas normativas.

4. Actualización del sello del Traductor Jurado

El sello, un elemento clave en las traducciones juradas, ahora cuenta con un diseño más seguro. El nuevo formato incluye:

  • Nombre y apellidos del traductor o intérprete.
  • Idiomas para los que está habilitado.
  • Número de habilitación otorgado por el Ministerio.

Desaparecen, por tanto, datos personales como la dirección o el teléfono, lo que refuerza la seguridad y privacidad de los profesionales.

5. Incorporación de la firma digital

Una de las grandes novedades es la regulación del uso de la firma digital. Esto facilita la validación de documentos y reduce el riesgo de falsificaciones, algo esencial en un contexto donde la digitalización es cada vez más importante.

6. La creación del Registro de Traductores Jurados

El Registro de Traductores e Intérpretes Jurados es otra innovación destacada. Este sistema asegura la calidad y profesionalidad de quienes ejercen en el sector. Para inscribirse, los traductores deben contar con alguna de las siguientes acreditaciones:

  1. Título de Traductor o Intérprete Jurado expedido por el MAEC.
  2. Grado en Traducción e Interpretación.
  3. Certificación de idioma equivalente al nivel C1 del MCER.
  4. Traductores e Intérpretes certificados para atender a personas con disfunciones auditivas, del habla y visuales.

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE ESTA REFORMA EN EL REAL DECRETO 724/2020?

El Real Decreto 724/2020 representa un paso adelante en la profesionalización de la traducción jurada, estableciendo estándares más altos de calidad y facilitando la colaboración internacional.

Para los traductores, adaptarse a estos cambios no solo es obligatorio, sino también una oportunidad de destacar en un mercado competitivo. Ofrecer traducciones que cumplan con las normativas actuales es sinónimo de confianza y excelencia.

Real Decreto 724/2020