¿Sabías que hay repartidos por el mundo más de 90 millones de descendientes directos de inmigrantes italianos que abandonaron Europa entre finales del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX? Pues es curiosamente este hecho el que hace que la mayoría de estos descendientes migrantes vengan a Europa a legalizar su situación y que, por tanto, los trámites de ciudadanía italiana por descendencia sean tan frecuentes aquí. Pero para ello, la burocracia siempre pone trabas y es necesario contar con los documentos oficiales necesarios, además de obtener las traducciones juradas de dichos documentos si estos no están escritos en italiano.

¡Sigue leyendo, que te contamos cómo funciona esto en detalle!

¿Cómo se puede conseguir la ciudadanía italiana?

Una de las mayores comunidades de extranjeros que viven en Europa y, específicamente, en España son descendientes de italianos (especialmente, de Argentina, Brasil, Uruguay, Venezuela o EE.UU.). Y es precisamente aquí, en España, donde muchos emprenden la solicitud de nacionalidad italiana, ya que suele ser su primer hogar cuando vienen a Europa.

Desde la aprobación de la Ley n. 91 del 5 de diciembre de 1992, Italia reconoce el derecho a tener varias nacionalidades, lo que ha permitido a miles de personas solicitar la doble nacionalidad y disfrutar de todas las ventajas de ser ciudadano de la Unión Europea, siempre y cuando el país de origen lo permita. Países como Argentina, Uruguay, Brasil, Estados Unidos, Chile, España, Canadá, Costa Rica, México o Perú tienen firmados convenios que autorizan la doble nacionalidad con Italia.

Y… ¿cómo se puede conseguir esta nacionalidad? Pues bien, hay 5 maneras:

  1. por ser descendiente de italianos,
  2. por matrimonio con un ciudadano italiano,
  3. por «naturalización» residiendo durante años en Italia,
  4. por adopción,
  5. por méritos extraordinarios.

De estas opciones, la ciudadanía por descendencia es la más frecuente y a la que vamos a dedicar toda nuestra atención.

Ciudadanía italiana por descendencia

Este fundamento se basa en que, para «ser italiano» basta con ser hijo o descendiente de un ciudadano italiano, sin importar que hayas nacido en Italia o en el extranjero.

No obstante la palabra «basta» es relativa. Este proceso requiere investigar en registros civiles, conseguir certificados, legalizar documentos y hacer las traducciones oficiales de español a italiano pertinentes. Es decir, recopilar toda la información sobre tu antepasado italiano. Para lograrlo, lo más importante es conocer el nombre y apellido oficial y el lugar y fecha exacta de nacimiento.

¿Dónde encontrar información sobre tus antepasados italianos?

Lo más fácil es obtenerla de algún documento personal de tu antepasado que aporte pistas sobre su origen. En caso de que no sea tan sencilla esta búsqueda, también puedes encontrar información, por ejemplo, en los registros de la propiedad del país donde emigró, en los archivos municipales de empadronamiento, en el registro civil donde conste su defunción o en los registros de inmigración.

Además, algunas organizaciones como el Centro de Estudios Migratorios Latinoamericanos tienen archivos de inmigrantes que pueden consultarse. Por otro lado, empresas especializadas en genealogía pueden hacer un rastreo de tus antepasados a partir de los datos que les facilites sobre tu familiar.

¿Qué documentación necesitas presentar?

Una vez sepas de dónde era tu antepasado y cómo se llamaba oficialmente, debes conseguir toda la documentación para realizar la solicitud de la ciudadanía italiana:

  1. Acta de nacimiento italiana de tu antepasado italiano.
  2. Acta de matrimonio de tu antepasado italiano.
  3. Documentación del cónyuge de tu antepasado italiano.
  4. Certificado de «no naturalización»: certificado que demuestra que tu antepasado no renunció a su nacionalidad italiana.
  5. Si los hijos de tu antepasado italiano nacieron fuera del matrimonio, necesitarás un acta notarial que certifique que sus descendientes son hijos naturales.
  6. Actas de nacimiento y defunción desde tu antepasado italiano hasta tus padres.
  7. Actas de matrimonio desde tu antepasado italiano hasta tus padres.
  8. Tu acta de nacimiento.
  9. Certificados de nacimiento de tus hijos (si tienes).
  10. Certificado de matrimonio y/o sentencia de divorcio (si estás casado/divorciado).
  11. Copia compulsada de tu pasaporte.
  12. Tarjeta de residencia europea y certificado de empadronamiento (si vives en la Unión Europea).
  13. Recibo del pago del trámite, que cuesta 300 €.
  14. Certificado de Antecedentes Penales.

Requisitos para pedir la ciudadanía italiana por descendencia de italianos

Pero, ¡atención! Tienes que tener en cuenta lo siguiente acerca de la documentación que debes presentar:

  • Toda la documentación debe ser oficial y, si no es italiana, debe estar legalizada mediante apostilla de la Haya o Legalización Consular.
  • Toda la documentación expedida en español que presentes en Italia debe acompañarse de una traducción jurada al italiano.

Entonces… ¿cómo traducir al italiano certificados en español?

Para que tengan valor en Italia, los documentos y los certificados redactados en un idioma extranjero deben ser traducidos al italiano por un traductor jurado de italiano. La traducción jurada de las partidas de nacimiento, traducción jurada de antecedentes penales, traducción jurada de certificados de matrimonio… deben realizarse únicamente a través de un traductores jurados, o bien fuera de la UE, o bien en Italia, o bien a través de traductores jurados en España, que es la opción más rápida y barata. Además, si eres de los descendientes que ha decidido emprender su viaje en España, esta será la opción más eficaz.

La traducción de documentos es una fase fundamental no solo para demostrar la ascendencia italiana, sino también para que la documentación tenga validez legal ante las instituciones públicas y completar, así, con éxito la solicitud de ciudadanía italiana. Además, una traducción precisa acelerará el proceso burocrático evitando posibles rechazos o solicitudes de aclaración, y asegurará que todos los datos son totalmente comprensibles para las autoridades italianas. Todo son ventajas.