Hay situaciones que parecen sacadas de una película, pero que también podrían pasarte a ti. Nos referimos a las herencias internacionales, denominadas así cuando el fallecido o residía en el extranjero o tenía bienes en otros países. Y es aquí cuando surge la duda más común: ¿se gestionan igual este tipo de herencias que las que únicamente proceden de territorio nacional? No del todo, principalmente, porque en el papeleo necesitarás incorporar también lo que se conoce como traducción jurada. En este artículo te contamos cómo gestionar las herencias internacionales y los documentos que necesitarás.
¿Qué es una herencia internacional?
Se conoce como herencia internacional, o sucesión con elemento extranjero, al proceso hereditario en el que interviene más de un país. Esto puede suceder cuando la persona que ha fallecido es de otra nacionalidad o si dicha persona residía en el momento del fallecimiento en cualquier otro país o si, por ejemplo, aún viviendo en España disponía de bienes en otros países. Estas situaciones generan algún que otro problema en su gestión, ya que pueden intervenir varias jurisdicciones y, por ende, varios sistemas fiscales.
Asimismo, con las herencias internacionales es importante saber qué ley es la que rige la sucesión, ya que es lo que determina quién hereda, en qué proporción y cuáles son los impuestos a aplicar.
¿Qué legislación rige las herencias internacionales?
Depende. Todo va en función del país en el que se encuentre uno. Y es que puede intervenir más de una jurisdicción, por ejemplo, en el caso de España y el país donde residía el fallecido o tenía los bienes objeto de la herencia. Por ejemplo, en el ámbito de la Unión Europea, las herencias internacionales las regula el reglamento comunitario nº650/2012, que determina que se aplica la ley del país de residencia habitual del causante al tiempo del fallecimiento.
No obstante, en España si el fallecido era residente habitual de este país y no optó en el testamento por ninguna otra ley, se aplicará la ley española de sucesión.

Pasos para gestionar herencias en otros países sin olvidar la traducción jurada
1- Determinar la ley a aplicar
Lo primero que hay que hacer en el caso de las herencias internacionales es determinar la ley que se va a aplicar, que es la que indicará quién hereda y cómo se reparte la herencia. Como hemos comentado, cada país tiene normas diferentes sobre la herencia. En España, por ejemplo, la legítima reserva dos tercios de los bienes a los hijos, mientras que en otros países como Reino Unido y Estados Unidos el testador puede disponer libremente del patrimonio.
El Reglamento Europeo 650/2012, en cambio, determina que se aplicará la ley del país de residencia habitual del fallecido, a no ser que este haya dejado por escrito que quiere aplicar la ley de su nacionalidad.
2-¿Qué documentos tienen validez legal?
El siguiente paso será revisar la documentación y aportarla. Hay que tener en cuenta que cada sistema jurídico exige unos documentos distintos para acreditar la condición de heredero. Así, es probable que se deba aportar el certificado de últimas voluntades o el acta notarial del testamento, entre otros. Es importante tener en cuenta que si esos documentos proceden de un país extranjero y se van a presentar en España (o viceversa) tendrán que estar legalizados o apostillados y deberán ir acompañados de una traducción oficial realizada por un traductor jurado.
3- Solicitar una traducción jurada de los documentos
Cuando se trata de una herencia internacional, los notarios y registros españoles (y los extranjeros, si se diera el caso) solo aceptan documentos que estén en su idioma oficial. Al tratarse de trámites oficiales no vale cualquier tipo de traducción, sino que habrá que recurrir a una agencia de traducciones juradas para realizar dicho trámite, ya que este tipo de traducciones las realiza un traductor jurado nombrado por el Ministerio de Asuntos Exteriores (MAEC). Son, además, traducciones con validez legal, lo que significa que el contenido del documento traducido coincide fielmente con el original.

4-Realizar los trámites administrativos y fiscales
Una de las partes más importantes de gestionar una herencia tiene que ver con cumplir con la fiscalidad aplicable. Dependiendo de la ley por la que se rija la herencia, la persona que herede sabrá dónde debe liquidar los impuestos de sucesiones, así como los plazos en los que debe hacerlo. Aquí, una vez más, si se tienen que acreditar dichos pagos en España, las autoridades exigirán traducciones oficiales de los justificantes de pago satisfechos en otros países.
¿Qué documentos necesito en una herencia internacional con traducción jurada?
A la hora de acceder a una herencia internacional se te exigirá aportar el certificado de defunción de la persona en cuestión. Este lo deberás solicitar en el país donde ocurrió el fallecimiento y se debe aportar con su correspondiente traducción jurada siempre y cuando esté en otro idioma.
También se debe incluir el certificado de nacimiento de dicha persona, así como el de matrimonio, en caso de estar casado. Este se obtendrá en el país de origen de dicha persona o en el lugar en el que contrajo matrimonio. Este también debe aportarse junto a su traducción oficial siempre que esté en otro idioma.
Igualmente, se suele solicitar el documento nacional de identidad o el pasaporte, pero en estos casos no es necesario aportar la traducción jurada. Al contrario de lo que sucede con el certificado de últimas voluntades, que se obtendrá en el país donde se hizo el testamento y también deberá ir acompañado de una traducción siempre que el idioma de origen sea diferente al idioma del lugar donde se debe aportar.
Las herencias internacionales ponen a prueba la coordinación entre sistemas jurídicos, lenguas y culturas. Pero detrás de cada documento, traducción y sello notarial hay algo más profundo: el derecho de cada persona a que su legado sea entendido, respetado y cumplido sin fronteras.